Grammar and Composition for Heritage Learners

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Sí se puede

traviesos

La Fuente de los Niños Traviesos en Villahermosa, Mexico.

Eran las 8 de la tarde y otro día en la calle. Tenía clases en la mañana, pero a mí no me importaba porque estaba con mis amigos haciendo travesuras. Yo vivía en una calle sin salida (todavía vivo aquí) y había unos apartamentos al lado de nosotros. Todos los niños eran hispanos o negros pero mi mejor amigo en esos tiempos era un gringo y el único del barrio, que tampoco tenía mucho dinero, como nosotros. A veces le hacíamos burla de que era un “Redneck” pero él lo aceptaba con orgullo.
Todos estábamos jugando “Ding Dong Ditch” (le llamábamos algo diferente, pero el nombre es muy vulgar) un juego en el que tocas a la puerta de una casa o un apartamento y luego corres y te escondes. ¡Si querías, también podías tirar piedras de lejos! Además, nos gustaba quebrar cosas en la calle y tirar piedras a los carros en la carretera, especialmente a los policías porque ninguno de nosotros los queríamos.
Un verano, empezaron a construir una escuela al lado del barrio y nosotros no queríamos una escuela allí porque iba a destruir nuestra área de escondidas. Entonces, por la noche salíamos y tumbábamos la construcción que estaban haciendo. Lanzamos piedras y ladrillos y quebramos los vidrios de las ventanas. Un día la policía vino y agarraró a otro grupo de niños y desde entonces no seguimos con eso porque a aquellos niños los llevaron a “Juvie” por una noche. Nos gustaba hacer travesuras pero si hubiéramos terminado en “Juvie”… Pues, no habríamos llegado, porque nuestros padres hubieran llegado primero con la chancla y el cinto, y quién sabe cómo habríamos salido de eso.

budapest

Estatuas de “Los chicos de la calle Paul”, la novela de Ferenc Monár, en Budapest, Hungría.

Durante la mayoría de mi infancia, hice estas travesuras y andaba por las calles. Tampoco salía bien en la escuela. Desde que empecé HeadStart, estuve en clases de ESL por casi todo mi tiempo en la primaria, hasta el quinto grado. Mis calificaciones solo eran Cs y Ds, pero todo cambió cuando conocí a mi maestra de quinto grado, la señora Cox.
Ella era la más estricta de todas las maestras que yo he tenido. Nadie la quería y todos le teníamos miedo. Siempre estaba gritando, y nos daba más trabajo que ninguna otra maestra. A pesar de esto, ella siempre me quiso ayudar en la escuela. De verdad no sé por qué me daba más atención, y al mismo tiempo siempre me estaba castigando. Recuerdo una situación cuando estaba lanzando comida a un amigo y le dije una maldición. Me vio Ms. Cox y me castigó pero bien feo. ¡No pude comer con mis amigos por una semana! Me habló mucho de por qué no debía hacer travesuras y de quién sabe qué más, pero ella me dijo algo que se quedó en mi mente: ella creía que yo podría hacer grandes cosas en mi vida y que podría llegar al A-B Honor Roll antes de que se terminara el quinto grado. Esa fue la primera vez que una maestra tuvo confianza en mí. Para que Ms. Cox estuviera feliz y contenta, le eché más ganas a la escuela. Hice toda mi tarea, ya no escondía las hojas de trabajo de mis padres, y empecé a leer mis libros. Al final, sí obtuve el “A-B Honor Roll” en mi hoja final de calificaciones. Luego, el verano antes de irme a la secundaria, hice la decisión de no juntarme tanto con los niños del barrio.
Años después, ya estaba listo para irme a UNC Chapel Hill pero sentía una gran tristeza. Desafortunadamente, no todos los niños llegaron a la universidad. Unos están en la cárcel, otros vendiendo mota, otros con bebés. A algunos los deportaron a México y mi mejor amigo de infancia trabaja en el “Little Caesars” constantemente peleándose con su papá. No voy a anunciar mi vida al mundo porque no soy engreído. Solamente uso mi historia cuando necesito relacionarme con jóvenes como yo. Hay muchos niños que tienen luchas en la vida como las que yo tuve pero otros las tienen peor. Creo que cada persona puede salir adelante de cualquier situación pero todo depende de la gente que conocen y del impacto que puedan tener en sus vidas. Ms. Cox tuvo un gran impacto en mi vida pero todavía me queda llegar a mi sueño. anonimo

Si no la hubiera conocido, quién sabe dónde estaría. Todo no está perfecto ahora porque siempre va a haber cosas que pasan en la vida, pero depende de cómo reacciona la persona ante los obstáculos. Hay que enfrentarse a las luchas en la vida con una mente positiva aunque las probabilidades estén en contra, recordar que en este país tenemos oportunidades que en otros países no tienen y utilizar los recursos que tenemos.


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